Aunque parezca extraño, el invierno puede provocarnos más desarreglos en nuestra piel que el verano debido a los bruscos cambios de temperatura de ambientes muy calefaccionados a las bajas temperaturas cuando salimos, sumado a esto la humedad y el viento que hace que nuestra piel se deshidrate y reseque.
Como cuidarnos?
Tomar como mínimo dos litros de agua diarios
Limpiá, humectá y utilizá protectores solares diariamente en tu piel
Evitá los baños con agua muy caliente
Prestar especial atención al cuidado de cara y manos que son las partes más expuestas al frío
Consultar con un Profesional ante cualquier duda.